La respuesta es NO. Lo importante de la alimentación y nutrición durante el tratamiento de la quimioterapia es que sea lo más variada posible, y que se puedan consumir todos los grupos de alimentos, en las cantidades suficientes y necesarias para cada persona. Desde luego, es importante hacer un adecuado lavado de los alimentos para disminuir de la carga microbiológica, cuidar el almacenamiento, la refrigeración y la preparación.

La agencia internacional para la investigación del cáncer -IARC por sus siglas en inglés, refiere que el consumo de carnes rojas mayor a 500 gr a la semana, es decir 1 libra de carne, aumenta un 20% el riesgo de padecer cáncer de colon. Sin embargo, mirando el contexto colombiano, según la encuesta Nacional de la Situación Nutricional – ENSIN, solo 4 de cada 10 colombianos consume carne roja diariamente, con un promedio de 58 gr de carne al día, lo cual nos ubica muy por debajo del factor de riesgo para presentar cáncer de colon. Consumir carnes rojas entre 2 y 3 veces por semana resulta ser positivo, dado que la carne es una proteína de alto valor biológico, que contribuye al mantenimiento de la masa muscular, y favorece la respuesta inmunológica y la cicatrización de heridas, entre otras.

Por otro lado, los azúcares simples se contemplan en la ingesta de una alimentación saludable, lo importante al igual que las carnes rojas es no consumirlos en exceso. La IARC refiere que las investigaciones no son concluyentes en cuanto al consumo de azúcares y cáncer, y que se puede incluir en no más del 10% del valor calórico total de la ingesta recomendada, con el fin de mejorar el sabor de los alimentos durante el tratamiento de quimioterapia.

Dependiendo de los medicamentos utilizados en la quimioterapia habrá más o menos efectos secundarios, como por ejemplo la presencia de síntomas gastrointestinales. Ante esto, se deben individualizar las recomendaciones nutricionales para cada paciente, según los síntomas presentados, su intensidad y duración.

Para finalizar les dejo esta frase: “Comer es un privilegio; no poder comer es una desgracia y una injusticia. No dejar comer, es un crimen” (Humberto Arenas).